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La extroversión y la introversión
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La extroversión y la introversión son dimensiones de la personalidad, dos maneras de comportarse ante el mundo, de sentir y pensar, que influyen de forma diferente en las personas. Estos rasgos no definen una personalidad al completo, pero sí que ayudan a entender ciertas tendencias.

La extroversión tiene que ver con la tendencia a buscar la sociabilidad, a juntarse con otras personas, estar más inclinado por vivir nuevas experiencias y realizar actividades en grupo. Suelen dominar las habilidades sociales y buscar más a menudo contacto con el mundo externo, son personas sociables, activas, abiertas, arriesgadas y amantes de los cambios.
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La introversión se caracteriza por las personas que tienden a estados más tranquilos, a buscar momentos de introspección, reflexionando sobre aspectos internos y diferentes aspectos que les conciernen. Suelen tender a crear situaciones más estables y no están tan predispuestos a los cambios bruscos.

La introversión hay que diferenciarla del rasgo de la timidez, ya que la introversión no implica directamente dificultad ante las situaciones sociales, no significa que no se quiera estar en contacto con lo social, sino que se reservan espacios y existe una preferencia por estados de más calma. La timidez tiene que ver más con una sensación de incomodidad, inhibición y nerviosismo ante situaciones sociales, a pesar de desear estar en compañía. La introversión no tiene que ver con la timidez pero si puede estar dentro del mismo patrón, del mismo modo también ser puede ser tímido y extrovertido a la vez.
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Las personas introvertidas disfrutan más de conversaciones trascendentales, los temas banales pueden no llamarles tanto su atención. Desean pasar tiempo para sí mismos, ya que lo necesitan para el bienestar emocional. Prefieren el silencio que el cúmulo de ruidos y tienden a ser personas creativas, imaginativas y que se inspiran en momentos de quietud. Se cargan cuando están en soledad y se descargan cuando les rodean estímulos y personas. Si la persona introvertida, no se sabe autorregular, puede acabar agotada y sin energía. Puede que las personas introvertidas, luchen por ser diferentes o adaptarse a la extraversión de forma continua y sentirse que no encajan. La clave está en aceptar su dimensión y potenciar sus riquezas. Así como las potencia el extrovertido en lo social y comunicativo, el introvertido puede hacerlo en lo individual, potenciando, sus habilidades y su creatividad.

Neurológicamente, existen estudios que han comprobado que hay una mayor activación cortical en el cerebro en los introvertidos, razón por la cual no requieren tantos estímulos externos o les saturan y se ven obligados a limitar la cantidad de estímulos del entorno para no invertir demasiada energía, a diferencia de los extrovertidos, que presentan un nivel bajo de actividad cortical y por ello buscan estímulos externos que les retroalimenten.

La extroversión suele estar asociada a una mejor calidad de vida porque está más valorado socialmente, pero eso no quiere decir que sea una garantía de salud mental y física. Cada rasgo tiene sus ventajas y desventajas y depende de las circunstancias de cada persona. Lo que sí que puede suceder es que al estar más valorado socialmente, puede que las personas introvertidas sientan que deben forzarse para poder estar a la altura de la extraversión, y con esto, agoten sus pilas o hagan sobreesfuerzos.

También puede ser que una misma persona en diferentes situaciones pueda manifestarse de forma introvertida o extrovertida, dependiendo del contexto. ¿Qué rasgo dirías que te define más? ¿En qué situaciones te sientes más introvertido/extrovertido? ¿Qué condiciones se tienen que dar para una u otra situación?
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